Milei habló de la factura que tiene que pagar por los malos gobiernos las «generaciones que ni siquiera nacieron y algunos intentan matar. Son los asesinos de los pañuelos verdes». El pañuelo verde es el símbolo de los proabortistas argentinos.
Milei añadió que para él «el aborto es un asesinato
agravado por el vínculo. Y eso lo puedo demostrar desde una perspectiva
matemática, filosófica, desde el liberalismo».
La postura provida del presidente argentino, conocida desde
mucho antes de que se presentara como candidato a la presidencia, no tendrá
fácil reflejo en la legislación, pues no parece factible que la mayoría de los
congresistas y diputados estén dispuestos a votar por la penalización de dicho
crimen. Sin embargo, algunos analistas señalan que desde su gobierno se puede
dificultar considerablemente la práctica de abortos, garantizando en primer
lugar al cien por cien la objeción de conciencia del personal sanitario y
estableciendo protocolos muy estrictos al sector sanitario privado.
Otra posibilidad sería la celebración de un referéndum,
pero los precedentes en los países supuestamente católicos donde se ha acudido
a las urnas, Portugal e Irlanda, no son precisamente favorables a la causa
próvida.