Jonathan, un reptil que vive en Santa Elena, una isla en el Atlántico Sur entre Brasil y Angola, es considerada actualmente la tortuga más vieja del mundo al contar con más de 190 años.
Jonathan comparte su hogar en Plantation House con otras tres tortugas gigantes, Emma, David y Fred (antes llamada Frederica); Jonathan y este último se conocieron en 1991, desde ese entonces se acompañan y aparean entre los jardines, pero sin dejar hijos.
Esta falta de descendencia tendría una curiosa explicación que se encontró en 2017 gracias a una lesión en el caparazón de Frederica. Tras una atención médica, reveló que probablemente se trate de un macho, y no de una hembra, como se creyó por más de 31 años. De esta forma se confirmó que en la naturaleza, las relaciones entre especies del mismo género sí es natural.
El tiempo ha acariciado el caparazón de la tortuga Jonathan. De los más de 4 mil habitantes de Santa Elena, es probablemente el que goza de más fama en todo el mundo. Su mayor logro, ha sido la persistencia para seguir disfrutando de la vida.
Pero con su larga historia de vida sobre la tierra, su estado de salud ha empezado a menguar, el quelonio está ciego y ha ido perdiendo el olfato, aunque conserva el oído y un apetito inigualable.
Sus cuidadores lo alimentan con una deliciosa dieta a base de zanahorias, pepinos, manzanas, y plátanos. También, según el gobierno de Santa Elena, una vez a la semana recibe vitaminas, minerales y elementos esenciales, para mantenerse saludable.
¿Qué opinas?
Opino que quieren meter la homosexualidad por los ojos de la gente. Y como "prueba" quieren usar la naturaleza para hacer creer que es normal. Los seres humanos no somos tortugas. Ya dejen de manipular para lograr sus objetivos
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